Y es inevitable que se nos escape alguna sonrisa con esas primeras conversaciones. Así que hoy, hemos decidido comentarte cuáles son los requisitos para poder unirte a nuestras clases.
El primero, y desde luego el más importante, es tener ganas. Y, lejos de ser un argumento de filosofía barata, te voy a explicar la razón: cuando tienes ganas e ilusión por hacer algo, prestas atención. Y poner atención en la sesión va a ser la diferencia entre sentirte competente en clase y no sentir nada. Tan sencillo y tan complicado al mismo tiempo…
El segundo requisito es venir con la guardia baja, y va íntimamente ligado con el primero. Pilates no es una pseudociencia, ni la maravilla que va a acabar con todos tus problemas. Pilates es un método basado en el entrenamiento físico con el que, practicándolo con asiduidad, conseguirás mejorar y entender tu cuerpo. Por lo tanto, relájate, que todas estamos en el mismo barco y disfruta de la clase.
No es un examen. No necesitas traer entrenada flexibilidad ni la tonificación muscular. Si lo traes, bien. Si no lo traes, también. Estamos aquí para enseñarte y para ayudarte. No ser flexible no es una excusa, es una razón para apuntarte a las sesiones. Ya lo decía Joseph Pilates: “Eres tan joven como flexible sea tu columna”. ¿Y sabes lo mejor? Es absolutamente cierto.
Y el último requisito (y me voy a entretener un poco en él) es el siguiente: no traigas ideas preconcebidas porque no se van a cumplir. He de confesar que los prejuicios iniciales también nos sacan alguna que otra sonrisa. Así que te ayudamos a combatirlos con la siguiente información:
– Pilates es para hombres y para mujeres
– Pilates no es sólo respiración
– Pilates es un ejercicio físico intenso
– Pilates te enseña a estirar
– Practicar pilates te ayuda a mejorar en otros deportes
– Pilates no es aburrido. De hecho, te vas a divertir
– Pilates te ayuda a desafiarte
Así que mete en la mochila éstos requisitos y únete a nuestro estudio del que, te aseguro, no saldrás indiferente.